Yo no quiero finales sin ti, yo quiero comienzos
contigo.
Que a lo mejor no es que las cosas no vengan, es
que no
sabe cómo venir solas, por eso hay que aprender
también a ir, y no sólo a sentarse a que vengan,
porque gastaremos mucha vida en ello. Yo quiero
que te quedes aquí, para ver pasar frente a nuestros
ojos la tristeza. Quedémonos sin decir nada,
contemplémonos en silencio, amémonos sin prisa,
sin mirar relojes, sin querer irse, así se nos haga
tarde para ir a donde queremos.
Mirémonos como dos
imposibles que quieren tropezar con la misma
piedra,
que quieren suceder, que no tienen miedo a los
posibles.
Yo sólo quería decirte que yo no sé nada de la
vida,
pero lo poco que sé lo aprendí contigo.
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