Te pedí que no te fueras, te pedí
que te quedaras aún sabiendo
que me hacías daño. Te rogué,
te imploré, te busqué, te llamé,
te pedí, te amé...
Hoy me toca olvidarte,
porque hoy entendí que quien no te ama
no tiene misericordia de uno,
quien no te ama tiene oídos pero no te escucha
, tiene corazón pero no te comprende ni te siente.
Y aunque camino por la calle con una
sonrisa muy marcada, tengo más profundas
y marcadas las heridas que me hace
el recuerdo día con día. Hoy sé que no
todo el que ríe es feliz ni todo el que llora le duele,
porque te vi llorar y era solamente el truco
que me presentabas para aprovecharte de mí...
Y hoy mi truco es reír y fingir que todo está bien.
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